La mujer en el sector de la logística: Entrevista a Yolanda Sánchez, Directora de Proyectos de CITET
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- Hoy en día estamos más orientados al talento, la actitud y las capacidades de la persona para desempeñar un puesto, sin que el género intervenga en esa ecuación.
- Es el momento de "salirnos de la caja", cambiar nuestras creencias y cuestionarnos lo que creemos que era cierto, de eliminar las fronteras invisibles que nos separan.
- Queda trabajo por hacer, pero el cambio empieza en nosotros.
10/03/2021
Hoy 8 de Marzo celebramos internacionalmente el Día de la Mujer Trabajadora. Para ello contamos con nosotros con Yolanda Sánchez, Directora de Proyectos de CITET, que nos dará su visión sobre un sector que ha estado representado tradicionalmente por los hombres.
¿Cuál ha sido tu experiencia al trabajar en el mundo de la logística?
Podría decir, en todos mis años de experiencia laboral, que mi experiencia como mujer ha sido muy satisfactoria. Como parte de mi trabajo, me comunico y mantengo relaciones profesionales con personas independientemente de su género, no percibo diferencias en ese sentido.
Entonces… ¿dirías que ser mujer te ha supuesto alguna dificultad o todo lo contrario?
Yo diría que ni lo uno ni lo otro. El desarrollo y la evolución profesional, al menos en mi caso, ha sido producto de la actitud, aprendizaje y mejora continua. Uno de los aspectos que más me enriquecen cada día es escuchar y aprender de las personas con las que trabajo, sean hombres o mujeres. Todas las personas nos aportan, nos inspiran y nos hacen aprender.
¿Ha cambiado algo en el sector desde que empezaste a trabajar al día de hoy?
Cuando comencé mi carrera profesional el porcentaje de mujeres en ese sector era del 25%, ratio que ha ido creciendo hasta el punto de que hoy en día no percibo que haya más hombres que mujeres o viceversa; ese es un dato que no me interesa conocer al detalle, trabajo con profesionales, no me paro a pensar o analizar su género.
Creo que en el pasado, en determinados sectores, había más peso masculino o femenino por una cuestión cultural; tradicionalmente había profesiones donde se consideraba que “encajaba” mejor un hombre (por ejemplo, en la logística, por requerirse fuerza física para la ejecución de determinadas actividades), y otras profesiones con más peso femenino (profesiones relacionadas con el cuidado, la organización, la atención…). Los avances en tecnología han ayudado también a igualar este factor.
Recuerdo que me decían que debía de ser abogada o médico, porque estas eran profesiones que tenían reputación. Una vez vinieron a mi instituto a darnos una charla sobre FP, y a mí la FP me parecía algo estupendo, pero era algo que se consideraba descartado para mujeres en aquella época.
Sin embargo, hoy en día esos factores culturales y de tradición, en mi opinión, se han diluido en buena medida. Estamos más orientados al talento, la actitud y las capacidades de la persona para desempeñar un puesto, sin que el género intervenga en esa ecuación.
No digo con esto que no quede trabajo por hacer en la plena integración de la mujer en el mercado laboral, pues es una realidad que hay que seguir abordando, pero creo que la sociedad está concienciada de que lo importante es el talento (y no el género) para disponer de buenos profesionales en las organizaciones.
¿A qué crees que se debe que haya tan poca presencia femenina en la logística?
Como decía en la pregunta anterior creo que es un factor de cultura y tradición. En el pasado se tendía a pensar que “eso no es una profesión para mujeres”, cosa totalmente incierta, pues tanto un hombre como una mujer pueden hacer lo que se propongan, siempre que dispongan del talento y la actitud para llegar a ese objetivo.
Ahora estamos viviendo una oportunidad de cambio muy grande, y no solo por la pandemia. Es el momento de "salirnos de la caja", cambiar nuestras creencias y cuestionarnos lo que creemos que era cierto. Hemos aprendido a colaborar entre nosotros más que nunca. ¿Por qué no aplicar esa cooperación a la vida diaria y eliminar las fronteras que nos separan? Va a ser costoso, porque llevamos años pensando de una forma y actuamos en piloto automático, pero es el momento de hacer ese esfuerzo.
El trabajo por hacer empieza en nosotros. Ya lo dice el proverbio: "Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo". Son problemas que no existen, diferencias que no están ahí, si no que las hemos creado nosotros. Es tiempo de que cambiemos lo que toque cambiar, y que mantengamos las cosas buenas que tenemos ahora. Hemos de ir a mayor cooperación y dejar de lado las disputas de género. No hay barreras, las barreras las creamos nosotros.
¿Crees que las mujeres pueden aportar un punto de vista diferente en la logística?
Creo que contestar a esto sería entrar en el juego de los estereotipos. Tradicionalmente asociamos lo masculino con la toma de decisiones, la acción, lo racional y lo femenino con la organización, la emocionalidad, la perspectiva global de las cosas. Sin embargo, en mi opinión, son influencias que arrastramos producto de nuestra cultura y creencias. Creo que ya es tiempo de soltar esas creencias y valorar a cada persona por lo que es, un ser único, singular, con cualidades propias.
Todos tenemos una parte masculina y femenina. Equilibrar dentro de nosotros esas dos partes hace que la distinción de género pase a un segundo plano, tanto dentro de nosotros mismos como en nuestra visión de los demás.
¿Qué le dirías a una mujer que quiera entrar en el sector?
Animo a las mujeres a entrar en este sector como a cualquier otro. Lo importante es hacer algo que te apasione, con lo que disfrutes y puedas aportar tu mejor versión. Las grandes profesionales nacen y se desarrollan guiadas por la pasión y el entusiasmo, y esas condiciones se pueden dar en cualquier sector. Actualmente hay mucho futuro en la logística y seguro que serán bienvenidas.